A continuación, los granos se colocan en bastidores de madera especiales para que se sequen al sol. Al cabo de unas horas, o a veces de días, se trasladan a casetas protegidas, preparadas sobre lonas, para el postsecado, con el fin de reducir el contenido de humedad a un 7 % aproximadamente.
Por último, se embolsan y se transportan al almacén de la cooperativa en Valenca, donde se limpian los restos de polvo y suciedad en un tambor de madera mediante un ventilador (que los brasileños llaman con orgullo "túnel de viento").
Valenca es un "pueblo de la selva" muy sencillo, con un encantador colorido local. Aquí se encuentra la oficina de nuestro socio, la cooperativa, en la que se han unido unas 100 empresas familiares para optimizar los precios, celebrar sesiones de formación específicas sobre nuevos procesos de producción u optimizar la atención médica.
Por último, se determina el contenido de humedad y se realiza un análisis microbiológico en un laboratorio. Después, los sacos se cosen con una máquina de coser manual y se envían a Europa.
Nuestros proveedores son exclusivamente pequeñas empresas familiares comprometidas cuya motivación es la conservación de su medio de vida, la selva, y no su explotación.
Guaraná, acerola o acai: estas frutas forman parte de sus vidas, han crecido con ellas y las aprecian de una manera muy especial.