La raíz, que pesa hasta 5 kg, tiene diversas propiedades curativas y beneficiosas. Los lugareños la utilizan desde hace siglos, por ejemplo, para las enfermedades del hígado y los problemas digestivos, pero también como agente antienvejecimiento.
Debido a su alto contenido en inulina y oligofructosa, el yacón es un prebiótico de alta calidad: las fibras dietéticas no digeribles entran en el intestino y sirven de alimento a las bacterias "buenas". Esto garantiza una flora intestinal sana. Resultado: un intestino sano que se siente bien y es más resistente al cáncer de colon.
Al yacón también se le llama la "patata para diabéticos" porque los fructooligosacáridos que contiene frenan la producción de glucosa en el hígado, reduciendo así la glucosa en ayunas. Así, el yacón es el sustituto ideal del azúcar para los diabéticos. Sirve para reducir el peso al aumentar la sensación de saciedad.
Los estudios han demostrado que el yacón también tiene propiedades antioxidantes: muchas enfermedades crónicas están causadas por los radicales libres que atacan el ADN. El yacón protege el ADN del estrés oxidativo.